Quietud, irrealidad y más allá
by Ana Cosculluela
Experimentando con la realidad
Sí, me gusta pasear por la necrópolis, sé que mucha gente no lo entiende pero me transmite mucha paz, esa quietud, ese silencio, es mágico. Zaragoza tiene un cementerio, que en su parte antigua, está repleto de obras impresionantes, artistas y escultores de nombre que han hecho del camposanto, una visita interesante y obligada a todos aquellos interesados en el arte fúnebre.
No voy a negar el interés por este tipo de arte pero no es eso lo que a mí me mueve a ir allí, me gusta pasear por esos monumentos, muchos de ellos de principios del s.XX (1900 – 1901) y perderme en su decadencia, tumbas ajadas, hundidas, sin lápida, sin cruz, apenas un nombre o un número, invadidas por la naturaleza, por el pasar de los años sin que nadie las cuide o les pongan flores, me resulta una imagen hipnótica.
Hace tiempo pensé en hacer una serie de fotos en el cementerio que fuese diferente, algo poco habitual. Estuve haciendo pruebas y experimentando cosas nuevas, pocas de ellas salieron con éxito. Con cada fracaso me veía en la obligación de volver de nuevo, hasta llegué a pensar que ese era el motivo del fracaso, el lugar me reclamaba una y otra vez, me recordaba que tenía una tarea pendiente con él, una misión por cumplir.
Empecé con fotografía estenopeica, fallida.
Seguí intentándolo con la fotografía estenopeica y otro tipo de técnica, lo curioso de esa serie es que, de ese carrete me salieron 6 fotos que realicé en las vacaciones en otro lugar pero el resto del rollo de película que tiré en el cementerio no salió ninguna.
Tengo que decir que es mi primer fracaso con este tipo de técnica y que hasta hoy no me ha vuelto a pasar nada parecido. Todo me estaba resultando muy sorprendente la verdad. ¿Qué estaba pasando? Estaba claro que la fotografía estenopeica no era la apropiada.
Más tarde lo intenté de nuevo con una cámara analógica réflex, y sí, las fotos salieron pero perdí el teléfono móvil en el lugar dónde las estuve haciendo. Varios intentos de búsqueda y de llamadas al móvil fueron inútiles, nunca apareció, allí sigue, en alguna de las tumbas rotas que estuve fotografiando ese día. Increíble ¿no?
Realicé otro intento en halloween, en esta ocasión, la noche de brujas se puso de mi parte y me salieron un par de fotos. Tengo que decir que la técnica y el material escogido para hacer lightpainting era arriesgada pero conseguí llevarme un par de fotos, y algo más en las botas :-( (no voy a entrar en detalles)
Hace unos pocos días, probando una cámara que me regalaron, descubrí aquello que llevaba buscando hace tiempo, esa forma diferente de mirar, de hacer las cosas de otra manera. ¡¡¡Una auténtica revelación!!!
Viaje a otra realidad
Experimentando con la realidad - Obra de Antonio Miranda 1882
Experimentando con la realidad - Arte funerario Zaragoza
Mausoleo Joaquín Costa
Experimentando con la realidad - Arte funerario Zaragoza
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